Mi otro lado.

Mar 16, 2021

No sé en que momento de la vida decidí que mi personalidad iba a ser fuerte. Tal vez fue desde que nací y la luna llena entró por la ventana, o cuando mi mamá nos mudó lejos de la familia para que las dos pudiéramos “ser libres” de los pesos impuestos por nuestra sangre. Quizá la fortaleza fue una capa que me puse para acobijarme cuando mi papá se fue por cigarros o cuando abusaron de mí.

El “no siento”, “no me duele” y “no me afecta” los llevo cargando sobre el cuerpo como una segunda piel. Los he dicho tanto que incluso muchas veces hasta yo me he engañado. Bien dicen que llega un punto en el que hasta tú te crees tus propias mentiras y así me pasó a mi.

He tenido tanta práctica que domino la cara de “aquí no pasa nada”, y en algún momento me di cuenta que me salía tan bien que podría engañar al mundo para siempre, si así lo quisiera... pero no quiero.

Y es que estos engaños no le hacen bien a mi alma, ni a mi mente, ni a mi cuerpo. Resulta para mi desgracia (que en realidad es mi bendición) que soy de las personas más sensibles y suaves que conozco solo que no me había dado el chance de serlo.

Yo me imagino que por eso me gusta escribir y leer poesía, y llorar cuando veo cosas muy hermosas. También creo que es la razón por la cual me afecta a profundidad cuando alguien me habla feo o cuando me miran de cierta forma. Y por la cual siempre estoy buscando hacer tribu. Quiero que estemos todos juntos y que estemos bien.

Me tardé muchos años en aceptar mi verdadera naturaleza y más aún en dejar que las demás personas la vieran. Da miedo ser suave en este mundo tan duro. Da miedo mostrarse cuando tantos de los demás traen máscaras puestas.

A veces pienso que sería mejor seguir en personaje y que la gente pensara de mí que soy ruda y es mejor mantenerse alerta pero esa parte mía es solo un mecanismo de defensa, y de alguna forma es lo menos interesante de mi persona.

Este otro lado mío, es mucho más profundo, suave, poético y sutil. Y cuando estoy viviendo desde este nuevo espacio me da miedo y lloro seguido. Me veo vulnerable y a veces no sé que hacer con todo esto que siento.

Esta soy yo, este es mi otro lado. El que escondí por muchos años pero que ahora estoy dejando salir.

Mucho gusto.

 

K