Bhuvaneshvari: la inmensidad del espacio que habita en ti

Sep 03, 2025

Dentro de la tradición tántrica, las deidades son mucho más que figuras mitológicas. Son arquetipos vivos, representaciones simbólicas de aspectos de la conciencia universal que también existen dentro de cada ser humano.

Practicar con ellas significa despertar sus cualidades en nuestra propia vida. Cuando meditamos en su imagen, repetimos sus historias o invocamos sus energías, lo que hacemos es recordarnos que esas fuerzas ya habitan en nosotras y podemos integrarlas en nuestra cotidianidad.

Entre los beneficios más importantes de trabajar con las deidades se encuentran:

  • Un lenguaje simbólico para la mente y el alma
    El ser humano piensa en imágenes, historias y símbolos. Las deidades funcionan como un espejo arquetípico: nos ayudan a comprender aspectos profundos de nuestra psique y a reconocer en ellas fuerzas internas que quizá estaban dormidas.
  • Acceso a cualidades específicas
    Cada deidad encarna una energía concreta. Lakshmi nos conecta con la abundancia, Kali con la transformación, Saraswati con la creatividad, Tara con la compasión… y así, cada práctica despierta un “poder interior” que puede sostenernos en momentos de cambio, de crisis o de expansión.
  • Una vía para integrar lo espiritual en lo cotidiano
    A través de las deidades, lo divino deja de ser una idea abstracta y se vuelve algo cercano, tangible y aplicable a la vida diaria. No se trata de escapar del mundo, sino de habitarlo con más conciencia, recordando que cada emoción, cada relación y cada experiencia también pueden ser sagradas.
  • Transformación de la percepción
    Cuando practicamos con ellas, dejamos de ver nuestras emociones o dificultades como enemigos, y comenzamos a reconocerlos como expresiones de una conciencia más amplia. Esa sola mirada cambia la forma en que vivimos.

En pocas palabras: las deidades son mapas internos que nos permiten conocernos más profundamente y abrirnos a nuevas dimensiones de lo que somos.

Bhuvaneshvari: la Reina del Universo

Dentro de las diosas tántricas, Bhuvaneshvari ocupa un lugar especial. Su nombre significa “La Señora de los Mundos” o “La Reina del Universo”. Ella es la encarnación del espacio infinito, ese horizonte inmenso donde todo lo existente tiene lugar.

Su esencia es el akasha, el espacio sagrado que lo contiene todo: los planetas, las estrellas, los pensamientos, los silencios, las emociones y las formas de vida. Allí no hay rechazo ni exclusión, porque absolutamente todo cabe dentro de su vastedad.

El poder del espacio

La vida moderna suele empujarnos hacia lo opuesto: saturación, prisa, exigencia constante. Muchas veces sentimos que “no hay espacio” en nuestra mente, en nuestra agenda o en nuestro corazón. Y sin embargo, recordar a Bhuvaneshvari es abrirnos a la experiencia de que el espacio siempre está disponible.

Ella nos enseña que:

  • No somos la tormenta, sino el cielo que la sostiene. Así como el clima cambia en el firmamento, nuestras emociones y pensamientos surgen y desaparecen dentro de un espacio mayor.
  • La amplitud es libertad. Cuando ampliamos nuestra perspectiva, dejamos de sentirnos atrapadas en los problemas inmediatos y comenzamos a verlos como parte de un escenario más amplio.
  • El silencio es fértil. El espacio no es vacío muerto, es potencial. En la inmensidad de Bhuvaneshvari, todo puede nacer: nuevas ideas, caminos inesperados, sanación, calma.
  • Aceptar es contener. Ella nos recuerda que no tenemos que luchar contra lo que sentimos: basta con crear espacio interno para sostenerlo hasta que se transforme.

Bhuvaneshvari es, en esencia, una invitación a expandirnos: más allá de lo pequeño, de lo inmediato, de lo que creemos que nos define.

Vivir desde la conciencia de Bhuvaneshvari

Cuando integramos la energía de esta diosa en nuestra vida, algo profundo se transforma:

  • Nos volvemos menos reactivas, porque sabemos que siempre hay un espacio entre lo que ocurre y la forma en que elegimos responder.
  • Empezamos a mirar los retos con una visión más amplia, reconociendo que incluso en lo difícil hay un lugar dentro del gran tejido de la vida.
  • Recuperamos la calma, porque el espacio nos recuerda que nada es permanente, todo se mueve dentro de una totalidad más vasta.

En un mundo donde constantemente sentimos que “no hay tiempo”, que “no alcanza la energía” o que “no hay lugar para todo”, Bhuvaneshvari nos recuerda lo contrario: todo cabe, todo encuentra su lugar, todo está contenido en el gran espacio de la conciencia.

Invitación especial

Este domingo 14 de septiembre de 10:00 a 12:00 pm (hora CDMX) voy a guiar una clase en la que exploraremos juntas la energía de Bhuvaneshvari.

Será un encuentro para:
✨ Comprender su simbolismo profundo.
✨ Vivir la experiencia de su energía a través de una práctica guiada con Japa Mala (rosario budhista).
✨ Llevarnos herramientas para abrir más espacio interno en nuestra vida diaria.

Si sientes el llamado a reconectar con la amplitud, con la calma y con la inmensidad que también habita en ti, este encuentro es para ti.

👉 Reserva tu lugar aquí